viernes, 29 de agosto de 2008

Absys Sistema hibrido

De un Sistema de Gestión se espera…que gestione. Y de un Sistema Electrónico de Gestión se espera que lo haga por este medio y no por cualquier otro. Hasta aquí creo que nadie se opondrá a mis afirmaciones. Sin embargo existen sistemas de este último tipo que, no sé si por falta de feedback o por otras razones que no alcanzo a conocer, se convierten en híbridos entre un sistema de última generación y otro de tipo amanuense. Un ejemplo de este tipo de sistemas híbrido lo tiene Hacienda (ahora conocida como Agencia Tributaria). Lo sé porque hace algunos meses dos señores mayores se acercaron al mostrador de préstamo de la Biblioteca para pedirme ayuda en una serie de trámites electrónicos con Hacienda para la compraventa de un vehículo. Voy a resumir el asunto, si puedo. Los señores querían registrar la propiedad del vehículo como bien patrimonial así que fueron a Hacienda. Allí les dijeron que ese trámite sólo lo podían hacer de modo electrónico, es decir, por Internet para lo cual deberían solicitar un certificado electrónico vía web. Como los señores no tenían ni ordenador, fueron a la Biblioteca y después de intentar el trámite durante una hora en un ordenador público, solicitaron mi ayuda con desesperación. La solicitud de dicho certificado requería de una certificación electrónica que se emite a un ordenador concreto (vía IP) y que no es inmediata. Así, hice la solicitud del certificado desde mi ordenador de trabajo grabando el certificado electrónico en ese ordenador. Al día siguiente los señores volvieron a por el certificado electrónico que no era otra cosa que un documento que debían imprimir. Así que les imprimí el certificado y con él fueron a su entidad bancaria a abonar las cuotas correspondientes. Una vez abonadas las cuotas, y con dos documentos impresos (el certificado “electrónico” de Hacienda y el recibo del banco), tuvieron que volver a Hacienda para adjuntar esos documentos al modelo correspondiente al expediente de compraventa del vehículo. En fin, digo yo ¿para qué vale el trámite electrónico del certificado si el resto del proceso es por “red de piernas” y en formato papel? No lo entiendo.

Pues algo así pasa con el Módulo de Reservas de Absys. Un usuario solicita una reserva sobre un documento prestado. Se registra dicha reserva electrónicamente con su código de socio y el código de título del libro. Cuando se devuelve el libro en el mostrador, automáticamente aparece una ventana avisando de que ese libro tiene una reserva a nombre de tal lector. Los datos que aparecen en esa ventana son: el nombre del usuario o usuaria de la reserva y su código de lector. Punto. No hay más. Bueno sí, el botón de Aceptar. Así que para poder avisar al socio hay que buscar un bolígrafo y un trozo de papel y escribir a mano esos datos. Después hay que buscar sus datos de contacto en el registro del socio y finalmente llamarlo por teléfono, mandarle un mail o un SMS. En fin, digo yo ¿para qué vale que la reserva se registre de modo electrónico, que, también electrónicamente y de modo automático, se avise al bibliotecario de la existencia de tal reserva si al final hay que apuntar todos los datos a mano? ¿No sería mejor, ya que se trata de un Sistema Electrónico de Gestión que todo ese proceso se hiciera electrónicamente? En el peor de los casos valdría con generar un fichero electrónico con los datos de contacto de los socios que realizan reservas en relación con los documentos reservados (vamos una simple base de datos relacional) de modo que, posteriormente, se pudiera cortar y pegar dichos contactos para enviar SMS o e-mails masivos. En el mejor de los casos, el sistema debería lanzar automáticamente un aviso al lector a través de su móvil o de su correo electrónico (¿Ciencia Ficción?). Entonces estaríamos hablando de un verdadero sistema de gestión electrónica. Hasta ahora no. Sólo es un sistema híbrido más, como el de la Agencia Tributaria.

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