La vida está llena de paradojas. La política más. Lo que en época electoral se vende como grandes proyectos pronto queda olvidado, eso sí, después de rebañar el mayor número de votos.
La CULTURA, con mayúsculas, sufre siempre este olvido cuando llegan tiempos de vacas flacas, sin duda la mejor excusa.
Pero, cómo se justifican las celebraciones, los grandes fastos como decía Fer en un post reciente. No hay justificación alguna.
Seamos serios. No se pueden exigir objetivos, ni siquiera intentar mantenerlos, si no se cuenta con los medios necesarios.
La CULTURA asegura votos pero es obligatorio, por respeto a los votantes, cumplir lo prometido.
viernes, 27 de marzo de 2009
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1 comentario:
Ya lo decía aquel grupo vasco Kortatu "...que la kultura es tortura, no nos vamos a engañar..."
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