En un post anterior me referí a la tecnología bluetooth aplicada a las bibliotecas y, precisamente, ahora que tenemos una exposición sobre El Cid en la Biblioteca, se me ocurre que esta tecnología estaría perfectamente aplicada en este caso.
Con un pequeño archivo en mp3 se podría guiar al usuario a través de la exposición sin la necesaria asistencia de un guía que ofreciese las explicaciones oportunas, guía que, por otra parte, ha contratado de forma externa la biblioteca y que sólo acude a las visitas concertadas por los colegios de la zona. Es decir que la exposición son unos meros paneles informativos -bien diseñados, eso sí- a través de los que los usuarios pueden conocer la historia del personaje, pero ¡qué bien vendría una pequeña explicación o guía de lo que se ve en los paneles!
Bueno, sólo se trata de una aplicación muy a cuento de lo que explicaba en mi post anterior. Ya véis que no es Ciencia-Ficción. Además, seguro que en dos exposiciones se amortizaba el aparatito.
miércoles, 29 de octubre de 2008
viernes, 24 de octubre de 2008
Otra NTC aplicada a bibliotecas
Ya hablé en otro post de la posibilidad de utilizar la radiofrecuencia (RFID) en el campo de las bibliotecas. De hecho son varias las bibliotecas que utilizan este sistema con grandes ventajas sobre la gestión (ver artículo Identificación por radiofrecuencia en la Comunidad de Madrid. En: Mi Biblioteca. Año IV, nº 15, Otoño 2008). No obstante, hay otras tecnologías aplicables que inciden sobre la gestión y sobre el servicio que una biblioteca puede ofrecer a sus usuarios. Una de estas tecnologías es el sistema de comunicación bluetooth.
Como ya sabéis la tecnología bluetooth se trata de un sistema de comunicación sin cables entre dos dispositivos a través de la cual se pueden transmitir videos, imágenes, texto, etc. Esto permite enviar de forma automática a cualquier dispositivo provisto con esta tecnología que se encuentre en el alcance adecuado (hasta 100 mts.) todo tipo de información generada previamente.
Este sistema ya se utiliza en campañas de marketing por parte de centros comerciales, hoteles, gimnasios y otras empresas aunque su incidencia en el mercado todavía no ha llegado a despuntar si bien es fácil llegar a la conclusión de que no es una mala inversión ya que el 90% de los móviles actuales disponen de esta tecnología y lo mismo pasa con PDA's y ordenadores portátiles.
En el caso concreto de la biblioteca, muchas de las informaciones que queremos hacer llegar a nuestros usuarios y que tanto trabajo nos cuesta hacer llegar (folletos, pantallas de TV, correo electrónico, página web, cartelería, etc.) podrían fácilmente alcanzar su objetivo a través de una comunicación bluetooth. Además, este tipo de comunicación requiere de la autorización del receptor con lo que no se estaría actuando en contra de la LPD. Sería el receptor del mesaje el que decidiría si quiere recibir el mensaje o no.
Como este sistema de comunicaciones permite el envío de archivos multimedia, la diversidad de mensajes está garantizada. Podrían enviarse a los usuarios desde la lista de novedades hasta la agenda de eventos o una visita virtual de la biblioteca (para las muy grandes o muy chulas, claro) o, incluso, archivos en formato mp3 con explicaciones de las secciones o del funcionamiento de algún servicio. Además, el precio de un sistema de publicidad o marketing bluetooth no es exagerado.
Bueno, es sólo una aplicación más de las nuevas tecnologías a las bibliotecas aunque hay muchas otras.
Algunas de las empresas que comercializan estos sistemas (en España, no en Japón) son:
Publiblue
Blue Impact
Zonablue
AreaBlue
Como ya sabéis la tecnología bluetooth se trata de un sistema de comunicación sin cables entre dos dispositivos a través de la cual se pueden transmitir videos, imágenes, texto, etc. Esto permite enviar de forma automática a cualquier dispositivo provisto con esta tecnología que se encuentre en el alcance adecuado (hasta 100 mts.) todo tipo de información generada previamente.
Este sistema ya se utiliza en campañas de marketing por parte de centros comerciales, hoteles, gimnasios y otras empresas aunque su incidencia en el mercado todavía no ha llegado a despuntar si bien es fácil llegar a la conclusión de que no es una mala inversión ya que el 90% de los móviles actuales disponen de esta tecnología y lo mismo pasa con PDA's y ordenadores portátiles.
En el caso concreto de la biblioteca, muchas de las informaciones que queremos hacer llegar a nuestros usuarios y que tanto trabajo nos cuesta hacer llegar (folletos, pantallas de TV, correo electrónico, página web, cartelería, etc.) podrían fácilmente alcanzar su objetivo a través de una comunicación bluetooth. Además, este tipo de comunicación requiere de la autorización del receptor con lo que no se estaría actuando en contra de la LPD. Sería el receptor del mesaje el que decidiría si quiere recibir el mensaje o no.
Como este sistema de comunicaciones permite el envío de archivos multimedia, la diversidad de mensajes está garantizada. Podrían enviarse a los usuarios desde la lista de novedades hasta la agenda de eventos o una visita virtual de la biblioteca (para las muy grandes o muy chulas, claro) o, incluso, archivos en formato mp3 con explicaciones de las secciones o del funcionamiento de algún servicio. Además, el precio de un sistema de publicidad o marketing bluetooth no es exagerado.
Bueno, es sólo una aplicación más de las nuevas tecnologías a las bibliotecas aunque hay muchas otras.
Algunas de las empresas que comercializan estos sistemas (en España, no en Japón) son:
Publiblue
Blue Impact
Zonablue
AreaBlue
martes, 21 de octubre de 2008
Fueras de la Ley (y 2)
Por encima de cualquier ley o reglamento está, o al menos debería de estar, el derecho fundamental de cualquier persona. Por eso me opongo a la pena de muerte, por el derecho de toda persona (incluso de los asesinos) a la vida. Por eso estoy a favor de la eutanasia (con las regulaciones más elementales, claro), por el derecho de toda persona a decidir sobre su vida. Por eso me opongo a la jornada de 65 horas de la UE, por el derecho de todo el mundo a no currar como Kunta-Kinte. Y por eso me opongo al canon por préstamo en bibliotecas, por el derecho fundamental de toda persona de tener libre acceso a la cultura.
Pero claro, estamos en un sistema de mercado con todo lo que ello conlleva (eso, para otro foro y otro post) y no se pueden dejar bienes susceptibles de generar beneficios para que una panda de bibliotecarios progresistas los cedan sin el sacrosanto pago por los mismos. Hay que montar un chiringuito legal para cargarnos uno de los derechos fundamentales de toda persona. Y lo peor no es que esto se haga de acuerdo con los autores de las obras objeto de canon sino que se hace a pesar de ellos e incluso sin poder preguntarles (como no sea con una Witja para comunicarse con Cervantes, por ejemplo). Además, este canon que dicen que es para preservar los derechos de los autores, se convierte en el pago reiterado de ese mismo derecho, algo no sólo alegal sino inmoral.
En fin, este tema, del que se pueden extraer graves consecuencias y profundas causas, me ocupa y me preocupa desde hace tiempo (ver, si queréis, los posts Hoy es el día o Unos pocos datos de mi blog) y la verdad es que la solución está, como dice Luthor, en convertirse en aguerridos forajidos fuera de la ley.
Pero claro, estamos en un sistema de mercado con todo lo que ello conlleva (eso, para otro foro y otro post) y no se pueden dejar bienes susceptibles de generar beneficios para que una panda de bibliotecarios progresistas los cedan sin el sacrosanto pago por los mismos. Hay que montar un chiringuito legal para cargarnos uno de los derechos fundamentales de toda persona. Y lo peor no es que esto se haga de acuerdo con los autores de las obras objeto de canon sino que se hace a pesar de ellos e incluso sin poder preguntarles (como no sea con una Witja para comunicarse con Cervantes, por ejemplo). Además, este canon que dicen que es para preservar los derechos de los autores, se convierte en el pago reiterado de ese mismo derecho, algo no sólo alegal sino inmoral.
En fin, este tema, del que se pueden extraer graves consecuencias y profundas causas, me ocupa y me preocupa desde hace tiempo (ver, si queréis, los posts Hoy es el día o Unos pocos datos de mi blog) y la verdad es que la solución está, como dice Luthor, en convertirse en aguerridos forajidos fuera de la ley.
lunes, 20 de octubre de 2008
Fueras de la ley
Finalizó la primera jornada del curso organizado por la consellería. Conclusión: Ojo con la SGAE y demás entidades de gestión económica¡¡¡¡¡¡¡ Al parecer las bibliotecas públicas, centros de perversión y mala vida, y las actividades que organizan, están siempre fuera de ley.
Horas del cuento, clubs de lectura, exposiciones fotográficas, cineforums... son actividades ílicitas en tanto que siempre, o en la mayoría de los casos, se saltan a la torera los obligatorios permisos, los derechos de autor, y miles y miles de derechos más, jugándose siempre la denuncia y posterior cobro de la multa o canón.
Amigos, sin tener conciencia de ello nos hemos convertido en delicuentes y nuestra profesión ha caido en deshonra.
Pensándolo bien hubiera preferido unas clases teórico-práticas de cómo romper piernas y estorsionar a inocentes ciudadanos en vez de perder el tiempo estudiando temas como la extensión bibliotecaria. Y no nos engañemos, es mucho más glamouroso llamar a tu jefe "Padrino" que Emilio. Vamos, donde va a parar¡¡¡¡¡¡¡ Eso sí, correrias el riesgo de despertarte una mañana con una cabeza de caballo en tu cama pero...
Arrivederchi amici¡¡¡¡¡¡¡
Horas del cuento, clubs de lectura, exposiciones fotográficas, cineforums... son actividades ílicitas en tanto que siempre, o en la mayoría de los casos, se saltan a la torera los obligatorios permisos, los derechos de autor, y miles y miles de derechos más, jugándose siempre la denuncia y posterior cobro de la multa o canón.
Amigos, sin tener conciencia de ello nos hemos convertido en delicuentes y nuestra profesión ha caido en deshonra.
Pensándolo bien hubiera preferido unas clases teórico-práticas de cómo romper piernas y estorsionar a inocentes ciudadanos en vez de perder el tiempo estudiando temas como la extensión bibliotecaria. Y no nos engañemos, es mucho más glamouroso llamar a tu jefe "Padrino" que Emilio. Vamos, donde va a parar¡¡¡¡¡¡¡ Eso sí, correrias el riesgo de despertarte una mañana con una cabeza de caballo en tu cama pero...
Arrivederchi amici¡¡¡¡¡¡¡
Fast book
Dicen que fue la incorporación de la mujer al mundo laboral lo que propició la aparición de la cultura del fast food con sus estabilizantes, colorantes y antioxidantes de nombres impronunciables e inmemorizables. Que la falta de tiempo para hacer un cocido en condiciones con sus seis horas de chup-chup a fuego lento dio paso al reinado del MacPollo. Aunque yo no sé si de eso tienen culpa las mujeres (seguro que la mía no está de acuerdo) sino la velocidad que parece formar parte intrínseca de la evolución humana.
Yo no sé si alguien más se ha parado a pensar en esto -seguro que sí- pero a mi parece que vamos como si nos hubieran puesto un cohete en el culo. No voy a hablar de OT y de la hipersónica carrera de los que participan en ese circo porque luego me dicen que soy un "encanao" y que deje a los chiquillos que se diviertan pero lo que antes se conseguía, si se podía, en varios años de carrera hoy se consigue en unos cuantos programas de máxima audiencia. Vamos que de la orquesta de pueblo a firmar por Virgin se tarda un par de meses más o menos.
Bueno (que me enrollo), pues pasa igual con los libros. Y pasa tanto desde el punto de vista de la escritura como desde el de la lectura. De 100 libros que se adquieren en mi biblioteca 90 son de autores que vienen escribiendo del orden de 3 libros por año (César Vidal, Isabel Allende -a rachas-, Pío Moa, Danielle Steel, etc.) en un tipo de literatura plagada de lugares comunes y artificios literarios, con una falta insultante de rigor histórico o simplemente peor escritas que la redacción de la Navidad que nos mandaban en el cole después de las vacaciones. El caso es vender a cascoporrillo.
Luego está eso del leer. Es muy común que alguien se acerque al mostrador de Préstamo con dos ladrillos del 12 infumables y te digan "Me los he leído en dos tardes". Vale y ¿qué quiere que haga yo? ¿Que le proponga para el Nóbel?¿Que le nombre lector del año?¿Que le diga que es más tonto que Abundio?¿O que le pregunte si se ha leído sólo las páginas pares porque es del todo imposible leerse 4.358 páginas en un tarde?¿Quién es Johny-5?
Esta velocidad es contagiosa así hay usuarios que se acercan al mostrador, te lanzan los libros como si estuviesen repartiendo cartas para el Tute y se van echando leches sin decir ni esta boca es mía a por más bestsellers de 15.300 páginas que se leen en una tarde. Luego vienen a prestar ese libraco y, si Absys tarda un poco en reaccionar (nooooo, eso no pasa nunca), ves cómo empiezan a ponerse nerviosos. Pero ¿qué pasa?¿Tienen el mono?¿Les han diagnosticado una enfermedad terminal y les han dado 10 minutos de vida?¿Tienen ladillas?
Así que junto a la cultura fastfood ha crecido una nueva cultura del fastbook aunque, como en la primera, no sólo no alimente sino que además sea nocivo para la salud, en este caso la del espíritu. En fin, más de lo mismo.
Yo no sé si alguien más se ha parado a pensar en esto -seguro que sí- pero a mi parece que vamos como si nos hubieran puesto un cohete en el culo. No voy a hablar de OT y de la hipersónica carrera de los que participan en ese circo porque luego me dicen que soy un "encanao" y que deje a los chiquillos que se diviertan pero lo que antes se conseguía, si se podía, en varios años de carrera hoy se consigue en unos cuantos programas de máxima audiencia. Vamos que de la orquesta de pueblo a firmar por Virgin se tarda un par de meses más o menos.
Bueno (que me enrollo), pues pasa igual con los libros. Y pasa tanto desde el punto de vista de la escritura como desde el de la lectura. De 100 libros que se adquieren en mi biblioteca 90 son de autores que vienen escribiendo del orden de 3 libros por año (César Vidal, Isabel Allende -a rachas-, Pío Moa, Danielle Steel, etc.) en un tipo de literatura plagada de lugares comunes y artificios literarios, con una falta insultante de rigor histórico o simplemente peor escritas que la redacción de la Navidad que nos mandaban en el cole después de las vacaciones. El caso es vender a cascoporrillo.
Luego está eso del leer. Es muy común que alguien se acerque al mostrador de Préstamo con dos ladrillos del 12 infumables y te digan "Me los he leído en dos tardes". Vale y ¿qué quiere que haga yo? ¿Que le proponga para el Nóbel?¿Que le nombre lector del año?¿Que le diga que es más tonto que Abundio?¿O que le pregunte si se ha leído sólo las páginas pares porque es del todo imposible leerse 4.358 páginas en un tarde?¿Quién es Johny-5?
Esta velocidad es contagiosa así hay usuarios que se acercan al mostrador, te lanzan los libros como si estuviesen repartiendo cartas para el Tute y se van echando leches sin decir ni esta boca es mía a por más bestsellers de 15.300 páginas que se leen en una tarde. Luego vienen a prestar ese libraco y, si Absys tarda un poco en reaccionar (nooooo, eso no pasa nunca), ves cómo empiezan a ponerse nerviosos. Pero ¿qué pasa?¿Tienen el mono?¿Les han diagnosticado una enfermedad terminal y les han dado 10 minutos de vida?¿Tienen ladillas?
Así que junto a la cultura fastfood ha crecido una nueva cultura del fastbook aunque, como en la primera, no sólo no alimente sino que además sea nocivo para la salud, en este caso la del espíritu. En fin, más de lo mismo.
miércoles, 15 de octubre de 2008
Lectura comercial
Imaginemos la situación. La empresa A cuenta con varios departamentos entre los que están los de Relaciones Públicas y el de Ventas. Cada uno de estos departamentos tiene funciones claramente determinadas por los objetivos propios de cada uno de ellos. Así, el Departamento de Relaciones Públicas se encarga del contacto con clientes potenciales, de la creación de campañas de marketing, de la fidelización, etc. Por su parte, el Departamento de Ventas lleva a cabo la venta de producto o servicio, gestión de stocks, facturación, negociación con proveedores, etc.
Cada una de estos departamentos funciona de modo más o menos autónomo hasta que un día el Departamento de Ventas lanza una campaña para comercializar un nuevo producto sin contar con el Departamento de Relaciones Públicas. Por supuesto, sin tener ni pajolera idea de cómo realizar una campaña en condiciones, ni qué cosa es la segmentación de mercados ni otras de las más básicas técnicas de márketing se lanza a publicitar en distintos medios el producto que quiere vender. Gasta una cantidad astronómica por dicha publicidad sin tener en cuenta los ingresos de la misma y sin tener tampoco en cuenta el target (¿es así?) con lo cual la campaña ni incide donde debía, ni consigue vender lo que se proponía, confunde a los clientes y a los proveedores que no saben por qué es el Departamento de Ventas y no el de Relaciones Públicas el que lanza la campaña y daña considerablemente la imagen de la empresa que queda como una organización sin orden donde todo el mundo hace de todo, amén de la duplicación de tareas y del desánimo que cunde entre los trabajadores de Relaciones Públicas que ven cómo su trabajo y profesionalidad se pisotea y ningunea.
¿A que esa situación es de empresa chunga que no tiene claro nada?¿A que demuestra poca seriedad una organización así?¿A que deberían trabajar, al menos, en cooperación ambos departamentos? Pues esto pasa muy a menudo en el Ayuntamiento de Benidorm y en relación con la lectura. Estoy harto de ver cómo otros departamentos municipales se suman al carro de la lectura haciendo camapañas de difusión por colegios e institutos sin contar para nada con la Red de Bibliotecas de Benidorm (la tercera en actividad de la Comunidad Valenciana, por cierto). Estoy harto de ver cómo la Biblioteca es ninguneada en todas aquellas manifestaciones culturales que tienen que ver con la lectura, la literatura o el libro, como por ejemplo, los Encuentros Literarios que se llevan a cabo desde hace unos años, la Feria del Libro o las campañas de la Concejalía de Educación.
Pero ahora es la Concejalía de Comercio la que se pega el moco de la lectura con una campaña llamada "Consumo de Lectura" (se han quedado calvos detrás de las orejas con el lema de la campaña) que no se sabe si su objetivo es realmente fomentar la lectura o fomentar la "compra" de lectura. Esto que en el Mercado se conoce como competencia desleal, se llama aquí ingerencia o meter el hocico (abocicarse, que dicen los de Ciudad Real) donde no te llaman. Que la cultura vende lo veo cada vez más claro otra cosa es que a alguien le importe lo que se vende y cómo se vende. En fin, más de lo mismo.
Campaña "Consumo de Lectura"
Cada una de estos departamentos funciona de modo más o menos autónomo hasta que un día el Departamento de Ventas lanza una campaña para comercializar un nuevo producto sin contar con el Departamento de Relaciones Públicas. Por supuesto, sin tener ni pajolera idea de cómo realizar una campaña en condiciones, ni qué cosa es la segmentación de mercados ni otras de las más básicas técnicas de márketing se lanza a publicitar en distintos medios el producto que quiere vender. Gasta una cantidad astronómica por dicha publicidad sin tener en cuenta los ingresos de la misma y sin tener tampoco en cuenta el target (¿es así?) con lo cual la campaña ni incide donde debía, ni consigue vender lo que se proponía, confunde a los clientes y a los proveedores que no saben por qué es el Departamento de Ventas y no el de Relaciones Públicas el que lanza la campaña y daña considerablemente la imagen de la empresa que queda como una organización sin orden donde todo el mundo hace de todo, amén de la duplicación de tareas y del desánimo que cunde entre los trabajadores de Relaciones Públicas que ven cómo su trabajo y profesionalidad se pisotea y ningunea.
¿A que esa situación es de empresa chunga que no tiene claro nada?¿A que demuestra poca seriedad una organización así?¿A que deberían trabajar, al menos, en cooperación ambos departamentos? Pues esto pasa muy a menudo en el Ayuntamiento de Benidorm y en relación con la lectura. Estoy harto de ver cómo otros departamentos municipales se suman al carro de la lectura haciendo camapañas de difusión por colegios e institutos sin contar para nada con la Red de Bibliotecas de Benidorm (la tercera en actividad de la Comunidad Valenciana, por cierto). Estoy harto de ver cómo la Biblioteca es ninguneada en todas aquellas manifestaciones culturales que tienen que ver con la lectura, la literatura o el libro, como por ejemplo, los Encuentros Literarios que se llevan a cabo desde hace unos años, la Feria del Libro o las campañas de la Concejalía de Educación.
Pero ahora es la Concejalía de Comercio la que se pega el moco de la lectura con una campaña llamada "Consumo de Lectura" (se han quedado calvos detrás de las orejas con el lema de la campaña) que no se sabe si su objetivo es realmente fomentar la lectura o fomentar la "compra" de lectura. Esto que en el Mercado se conoce como competencia desleal, se llama aquí ingerencia o meter el hocico (abocicarse, que dicen los de Ciudad Real) donde no te llaman. Que la cultura vende lo veo cada vez más claro otra cosa es que a alguien le importe lo que se vende y cómo se vende. En fin, más de lo mismo.
Campaña "Consumo de Lectura"
martes, 14 de octubre de 2008
En relación a los "cursitos"
La formación de los empleados públicos es a la vez una obligación y un derecho de los funcionarios públicos. Así se refleja en los artículos 14 ( [los funcionarios públicos tendrán derecho] la formación continua y a la actualización permanente de sus conocimientos y capacidades profesionales, preferentemente en horario laboral) y 54 ([los funcionarios públicos] mantendrán actualizada su formación y cualificación) del Estatuto Básico de los Empleados Públicos (Ley 7/2207, de 12 de abril). Pero, para ello, las Administraciones Públicas deben facilitar los medios y recursos necesarios para que esto se cumpla en virtud de los principios de mérito y capacidad y de eficacia y eficiencia básicos del empleado y de la función pública respectivamente.
Bueno, ¿qué quiere decir esta plasta? Pues que las distintas Administraciones deben de planificar adecuadamente los distintos planes de formación para que todos los empleados públicos puedan acceder a dicha formación que, por otro lado, se le requiere reglamentariamente. Lógicamente, dicha planificación debería contar con un estudio previo de las necesidades reales de formación y no basarse en peticiones de allegados o en excedencias de formadores de una determinada materia. Así, quizá sería necesario realizar cursos de "atención al público", de "nuevos canales de comunicación", o de "Absys" ropiamente dicho para no tener que pasarte el día haciendo de Grishom escudriñando las posibilidades del programa para luego transmitirlas en plan Mester de Juglaría por vía oral a tus compañeros. Eso no es serio y lo peor es que tampoco es legal.
Pero qué vamos a esperar de una Administración que en la exposición de motivos de su Estatuto Básico se deleita diciendo que "El sistema de empleo público que permite afrontar estos retos es aquel que hace posible atraer los profesionales que la Administración necesita, que estimula a los empleados para el cumplimiento eficiente de sus funciones y responsabilidades, les proporciona la formación adecuada y les brinda suficientes oportunidades de promoción profesional, al tiempo que facilita una gestión racional y objetiva, ágil y flexible del personal, atendiendo al continuo desarrollo de las nuevas tecnologías".
¿Alguien se cree eso? Yo, desde luego, no.
Estatuto Básico del Empleado Público (pdf)
Bueno, ¿qué quiere decir esta plasta? Pues que las distintas Administraciones deben de planificar adecuadamente los distintos planes de formación para que todos los empleados públicos puedan acceder a dicha formación que, por otro lado, se le requiere reglamentariamente. Lógicamente, dicha planificación debería contar con un estudio previo de las necesidades reales de formación y no basarse en peticiones de allegados o en excedencias de formadores de una determinada materia. Así, quizá sería necesario realizar cursos de "atención al público", de "nuevos canales de comunicación", o de "Absys" ropiamente dicho para no tener que pasarte el día haciendo de Grishom escudriñando las posibilidades del programa para luego transmitirlas en plan Mester de Juglaría por vía oral a tus compañeros. Eso no es serio y lo peor es que tampoco es legal.
Pero qué vamos a esperar de una Administración que en la exposición de motivos de su Estatuto Básico se deleita diciendo que "El sistema de empleo público que permite afrontar estos retos es aquel que hace posible atraer los profesionales que la Administración necesita, que estimula a los empleados para el cumplimiento eficiente de sus funciones y responsabilidades, les proporciona la formación adecuada y les brinda suficientes oportunidades de promoción profesional, al tiempo que facilita una gestión racional y objetiva, ágil y flexible del personal, atendiendo al continuo desarrollo de las nuevas tecnologías".
¿Alguien se cree eso? Yo, desde luego, no.
Estatuto Básico del Empleado Público (pdf)
sábado, 11 de octubre de 2008
Cursitos
Oferta de la formación de los profesionales de la XLPV para el 2008:
1. Propiedad Intelectual, mes de octubre.
2. Organización de Archivo Fotográfico, mes de noviembre.
En principio, fenomenal. Se agradece la atención. Un profesional formado es un profesional preparado.
Sin embargo, cómo Consellería llega a la conclusión de que estos cursos son los más adecuados. Imagino que después de analizar cuales son las carencias y las necesidades de los trabajadores y de sus centros de trabajo, o no?????
Por cierto, existe límite de plazas, es lógico. Pero una persona por biblioteca, como máximo dos, no son demasiado pocas???? Quizás lo interesante sería organizar cursos de "Formador de formadores" para que el resto del personal tuviera la oportunidad de recibir esas nuevas enseñanzas.
Pero a lo que ibamos. Se proponen dos cursos pero se anuncian con una diferencia de dos meses. Te apuntas al primero teniendo claro que la conclusión del curso es hacer saber al usuario que no puede hacer más de cinco fotocopias, y que si hace seis tentado por el lado oscuro, estará cometiendo un delito y estará exponiendose a pasar una buena temporada a la sombra. El usuario por supuesto no piensa hacer más de cinco fotocopias por minuto, ya que la fotocopiadora que tiene en casa se atasca.
Asunto resuelto, objetivo cumplido.
Pero un mes después te enteras que se ha organizado otro curso, que por cierto, te interesa mil veces más y no precisamente por tener fetén tu archivo fotográfico digital sino porque en cantidad de ayuntamientos la Biblioteca y el Archivo es la misma unidad de información y, casualidades de la vida tu te encargas de ese trabajo. Aaaaaahhhhh, se siente¡¡¡¡¡¡¡ Haber elegido muerte¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Y te quedas sin plaza porque ya has hecho un curso y hay que dejar oportunidades a otros compañeros.
Llamadme loco, pero no sería posible anunciar los cursos de formación a la vez y que cada persona eligiera el que más le interesara. Tanto cuesta?????? En fin.
Por cierto, curso de reciclaje de Absys para ecorrech, ya¡¡¡¡¡¡¡ Maldito Absys¡¡¡¡¡¡¡¡¡
1. Propiedad Intelectual, mes de octubre.
2. Organización de Archivo Fotográfico, mes de noviembre.
En principio, fenomenal. Se agradece la atención. Un profesional formado es un profesional preparado.
Sin embargo, cómo Consellería llega a la conclusión de que estos cursos son los más adecuados. Imagino que después de analizar cuales son las carencias y las necesidades de los trabajadores y de sus centros de trabajo, o no?????
Por cierto, existe límite de plazas, es lógico. Pero una persona por biblioteca, como máximo dos, no son demasiado pocas???? Quizás lo interesante sería organizar cursos de "Formador de formadores" para que el resto del personal tuviera la oportunidad de recibir esas nuevas enseñanzas.
Pero a lo que ibamos. Se proponen dos cursos pero se anuncian con una diferencia de dos meses. Te apuntas al primero teniendo claro que la conclusión del curso es hacer saber al usuario que no puede hacer más de cinco fotocopias, y que si hace seis tentado por el lado oscuro, estará cometiendo un delito y estará exponiendose a pasar una buena temporada a la sombra. El usuario por supuesto no piensa hacer más de cinco fotocopias por minuto, ya que la fotocopiadora que tiene en casa se atasca.
Asunto resuelto, objetivo cumplido.
Pero un mes después te enteras que se ha organizado otro curso, que por cierto, te interesa mil veces más y no precisamente por tener fetén tu archivo fotográfico digital sino porque en cantidad de ayuntamientos la Biblioteca y el Archivo es la misma unidad de información y, casualidades de la vida tu te encargas de ese trabajo. Aaaaaahhhhh, se siente¡¡¡¡¡¡¡ Haber elegido muerte¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Y te quedas sin plaza porque ya has hecho un curso y hay que dejar oportunidades a otros compañeros.
Llamadme loco, pero no sería posible anunciar los cursos de formación a la vez y que cada persona eligiera el que más le interesara. Tanto cuesta?????? En fin.
Por cierto, curso de reciclaje de Absys para ecorrech, ya¡¡¡¡¡¡¡ Maldito Absys¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Tecnología RFID en las bibliotecas
Una de las tecnologías que más aceptación está teniendo últimamente en el ámbito industrial y comercial es la Tecnología de Identificación por Radiofrecuencia. Básicamente se trata de una comunicación inalámbrica a través de ondas de radio en frecuencias que van desde los 9 Khz hasta varios miles de Ghz. En este rango se produce la comunicación entre emisor y receptor. El receptor suele ser una antena o etiqueta que contiene la información y el emisor un lector de esa información.
Existen dos tipos de etiquetas: las pasivas y las activas. Las primeras sólo se activan cuando están dentro del campo de influencia del lector; las segundas contienen una pequeña batería y emiten constantemente una señal de frecuencia de radio. La diferencia entre ambas etiquetas está en el alcance de las mismas, mayor en el de las etiquetas activas. De igual modo, existen etiquetas de sólo lectura y otras reescribibles que permiten modificar la información que contienen sin necesidad de cambiar la etiqueta.
En cuanto a los campos de aplicación de esta tecnología podemos decir que pueden ser todos aquellos campos que requieran una monitorización o trazabilidad del producto (cadenas de montaje, servicios de paquetería, análisis clínicos, almacenamiento, etc.), una identificación única e información sobre contenidos (tarjetas de transporte público, telepeajes de autopistas, control de cabezas de ganado, control de prisiones, etc.) o un control del elemento identificado (control de personal en un edificio, seguridad en el recuento y falsificación de billetes, sistemas antihurto, etc.).
En el caso concreto de las bibliotecas, esta tecnología permitiría, entre otras muchas aplicaciones, la localización de obras fuera de lugar, los inventarios actualizados, el préstamo y devolución por paquetes o bloques y la aplicación al mismo tiempo del sistema de seguridad. También el uso de etiquetas RFID permitiría obtener información sobre la obra tal como un pequeño resumen o materias secundarias o un índice de contenidos o cualquier otro dato que la biblioteca considerase de interés (número de préstamos, fecha de registro, último lector,etc.).
Esto no es ciencia ficción. Existen sistemas ya implementados en bibliotecas (Biblioteca Vaticana, Biblioteca de Munich, Biblioteca de Seattle, entre otras) y archivos que facilitan la labor de control, búsqueda y localización de ejemplares aportando una calidad al sistema que de otra forma requiere un esfuerzo humano muy difícil de llevar a cabo y sobre todo muy costoso.
Tarda un poco pero merece la pena
Existen dos tipos de etiquetas: las pasivas y las activas. Las primeras sólo se activan cuando están dentro del campo de influencia del lector; las segundas contienen una pequeña batería y emiten constantemente una señal de frecuencia de radio. La diferencia entre ambas etiquetas está en el alcance de las mismas, mayor en el de las etiquetas activas. De igual modo, existen etiquetas de sólo lectura y otras reescribibles que permiten modificar la información que contienen sin necesidad de cambiar la etiqueta.
En cuanto a los campos de aplicación de esta tecnología podemos decir que pueden ser todos aquellos campos que requieran una monitorización o trazabilidad del producto (cadenas de montaje, servicios de paquetería, análisis clínicos, almacenamiento, etc.), una identificación única e información sobre contenidos (tarjetas de transporte público, telepeajes de autopistas, control de cabezas de ganado, control de prisiones, etc.) o un control del elemento identificado (control de personal en un edificio, seguridad en el recuento y falsificación de billetes, sistemas antihurto, etc.).
En el caso concreto de las bibliotecas, esta tecnología permitiría, entre otras muchas aplicaciones, la localización de obras fuera de lugar, los inventarios actualizados, el préstamo y devolución por paquetes o bloques y la aplicación al mismo tiempo del sistema de seguridad. También el uso de etiquetas RFID permitiría obtener información sobre la obra tal como un pequeño resumen o materias secundarias o un índice de contenidos o cualquier otro dato que la biblioteca considerase de interés (número de préstamos, fecha de registro, último lector,etc.).
Esto no es ciencia ficción. Existen sistemas ya implementados en bibliotecas (Biblioteca Vaticana, Biblioteca de Munich, Biblioteca de Seattle, entre otras) y archivos que facilitan la labor de control, búsqueda y localización de ejemplares aportando una calidad al sistema que de otra forma requiere un esfuerzo humano muy difícil de llevar a cabo y sobre todo muy costoso.
Tarda un poco pero merece la pena
Pájaros de mal agüero
Yo no sé quién es ecorrech pero lo que sí sé es que cada vez que abro Absys y veo que tengo un mensaje del individuo en cuestión me echo las manos a la cabeza porque ya sé de qué va la vaina: nos quedamos sin servicio.
Y es que esto sucede unas 300 veces al mes ¿Qué pasa, que Absys va a pilas y hay que cambiarlas frecuentemente? Hostia, pues que le pongan Duracell porque aquí no hay quien trabaje así. Esto es como si le das a un obrero de la construcción un martillo neumático para levantar la calle y termina teniendo que utilizarlo a la fuerza bruta porque no hay corriente.
Hoy volvemos a no tener Absys y eso que ecorrech dijo ayer que el servicio se reestablecería hoy a las 9'30 h. Mentira cochina, son las 9'50 h. y ya he hecho unas 20 devoluciones a pedal. El lunes vendrán los madremías porque no han saltado las reservas, porque el usuario tiene una sanción hasta el 2030, porque otro tiene libros sobrepasados en casa, porque nos la ha colado un tipo que no tiene ni carné,...En fin, serafín, más de lo mismo.
Así que el tal ecorrech es como el mariano del correo del Ayuntamiento que sólo envía mensajes del pelo de "Estimados compañeros: Ha fallecido Pere Pérez, más conocido como "el tuercas"..."
Por ello quiero nombrar personas non gratas a ecorrech, de Valencia y a mariano, de Benidorm por dar tan pésimas noticias todos los días y ser auténticos pájaros de mal agüero.
Y es que esto sucede unas 300 veces al mes ¿Qué pasa, que Absys va a pilas y hay que cambiarlas frecuentemente? Hostia, pues que le pongan Duracell porque aquí no hay quien trabaje así. Esto es como si le das a un obrero de la construcción un martillo neumático para levantar la calle y termina teniendo que utilizarlo a la fuerza bruta porque no hay corriente.
Hoy volvemos a no tener Absys y eso que ecorrech dijo ayer que el servicio se reestablecería hoy a las 9'30 h. Mentira cochina, son las 9'50 h. y ya he hecho unas 20 devoluciones a pedal. El lunes vendrán los madremías porque no han saltado las reservas, porque el usuario tiene una sanción hasta el 2030, porque otro tiene libros sobrepasados en casa, porque nos la ha colado un tipo que no tiene ni carné,...En fin, serafín, más de lo mismo.
Así que el tal ecorrech es como el mariano del correo del Ayuntamiento que sólo envía mensajes del pelo de "Estimados compañeros: Ha fallecido Pere Pérez, más conocido como "el tuercas"..."
Por ello quiero nombrar personas non gratas a ecorrech, de Valencia y a mariano, de Benidorm por dar tan pésimas noticias todos los días y ser auténticos pájaros de mal agüero.
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