miércoles, 15 de octubre de 2008

Lectura comercial

Imaginemos la situación. La empresa A cuenta con varios departamentos entre los que están los de Relaciones Públicas y el de Ventas. Cada uno de estos departamentos tiene funciones claramente determinadas por los objetivos propios de cada uno de ellos. Así, el Departamento de Relaciones Públicas se encarga del contacto con clientes potenciales, de la creación de campañas de marketing, de la fidelización, etc. Por su parte, el Departamento de Ventas lleva a cabo la venta de producto o servicio, gestión de stocks, facturación, negociación con proveedores, etc.

Cada una de estos departamentos funciona de modo más o menos autónomo hasta que un día el Departamento de Ventas lanza una campaña para comercializar un nuevo producto sin contar con el Departamento de Relaciones Públicas. Por supuesto, sin tener ni pajolera idea de cómo realizar una campaña en condiciones, ni qué cosa es la segmentación de mercados ni otras de las más básicas técnicas de márketing se lanza a publicitar en distintos medios el producto que quiere vender. Gasta una cantidad astronómica por dicha publicidad sin tener en cuenta los ingresos de la misma y sin tener tampoco en cuenta el target (¿es así?) con lo cual la campaña ni incide donde debía, ni consigue vender lo que se proponía, confunde a los clientes y a los proveedores que no saben por qué es el Departamento de Ventas y no el de Relaciones Públicas el que lanza la campaña y daña considerablemente la imagen de la empresa que queda como una organización sin orden donde todo el mundo hace de todo, amén de la duplicación de tareas y del desánimo que cunde entre los trabajadores de Relaciones Públicas que ven cómo su trabajo y profesionalidad se pisotea y ningunea.

¿A que esa situación es de empresa chunga que no tiene claro nada?¿A que demuestra poca seriedad una organización así?¿A que deberían trabajar, al menos, en cooperación ambos departamentos? Pues esto pasa muy a menudo en el Ayuntamiento de Benidorm y en relación con la lectura. Estoy harto de ver cómo otros departamentos municipales se suman al carro de la lectura haciendo camapañas de difusión por colegios e institutos sin contar para nada con la Red de Bibliotecas de Benidorm (la tercera en actividad de la Comunidad Valenciana, por cierto). Estoy harto de ver cómo la Biblioteca es ninguneada en todas aquellas manifestaciones culturales que tienen que ver con la lectura, la literatura o el libro, como por ejemplo, los Encuentros Literarios que se llevan a cabo desde hace unos años, la Feria del Libro o las campañas de la Concejalía de Educación.

Pero ahora es la Concejalía de Comercio la que se pega el moco de la lectura con una campaña llamada "Consumo de Lectura" (se han quedado calvos detrás de las orejas con el lema de la campaña) que no se sabe si su objetivo es realmente fomentar la lectura o fomentar la "compra" de lectura. Esto que en el Mercado se conoce como competencia desleal, se llama aquí ingerencia o meter el hocico (abocicarse, que dicen los de Ciudad Real) donde no te llaman. Que la cultura vende lo veo cada vez más claro otra cosa es que a alguien le importe lo que se vende y cómo se vende. En fin, más de lo mismo.

Campaña "Consumo de Lectura"

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