lunes, 8 de septiembre de 2008

Pérdidas de conexión 2: Para atrás como los cangrejos

A colación de la entrada anterior, me voy a parar a comentar la secuela del gran éxito "pérdidas de conexión". Y es que, además de los problemas anteriormente comentados por mi compañero, nosotros; los hijos de un Dios menor, arrinconados bibliotecarios de las extensiones, lo tenemos mucho más crudo.

Después de dos días sin acceso a Absys, apuntando los datos en una miserable hoja de Word, toca volver a pasar todo lo que se prestó, se devolvió y se reservó. Es decir, hay que volver a "trabajar lo trabajado". Es cuando empieza la segunda parte "Para atrás como los cangrejos".

No sé qué tipo de conexión ha contratado en Ayuntamiento con Telefónica pero, para ésto; mejor es que no contraten nada y me compren un cincel y una piedra para hacer mi trabajo. Y es que en vez de banda ancha, lo que tengo es un estrecho camino empedrado y lleno de cardos.

El problema es que cuando Absys funciona; para hacer un préstamo tengo que pasar el carnet del usuario, y para que lo reconozca Absys tengo que esperar un minuto o minuto y medio. Cuando por fin me aparece el nombre del usuario, introduzco el código de barras del libro y tengo que esperar otro minuto más. Imaginaos si quiere que le preste ocho o diez libros. Los usuarios se quedan con cara de poker.

_¡Oiga! Que yo he venido ha llevarme estos diez libros afeitado y ya tengo barba. ¿Qué demonios hace usted?.

Os puedo asegurar que llevo una hora pasando los préstamos y las devoluciones del viernes pasado y aún no he terminado. Y para más ironia, hemos tenido la ocurrente idea de poner en nuestra biblioteca, un nuevo servicio de periódicos online en donde con un simple "click" podemos descargarnos cualquier periódico de cualquier parte del mundo. Así que a veces, sólo a veces, cruzando los dedos y poniéndole laurel a San Pancracio, a los cuarenta minutos puedo tener un periódico bajado*.

Total; que en la era de las nuevas tecnologías nosotros vamos para atrás como los cangrejos. Implantamos herramientas que en teoría nos van a facilitar el trabajo y en la práctica nos lo dificultan, puesto que todas ellas giran alrededor de tener una buena conexión a internet. Pero los dirigentes no están nunca al pie del cañón, no saben nada del día a día. Es decir, que les pides un martillo percutor alemán para trabajar y te compran un martillo manual de los chinos.

*Hablaremos de este tema en una posterior entrada.

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